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Los PERSONAJES de La Historia Entera

LA CIUDAD ARTIFICIAL

LA CIUDAD ARTIFICIAL Mamillas D.F. es una ciudad muy joven, se ha levantado en apenas 25 años. Antes, era un pequeño pueblo abandonado que yacía en una colina seca, rodeada de miles y miles de otras colinas secas, en el territorio que hoy se conoce como Nueva Mesopotamia. Esta zona era un auténtico desierto ondulado, en el que las cuatro casas de la antigua Mamillas pasaban por cuatro piedras más del terreno. Una laguna, casi siempre seca, e infestada de ranas y juncos, completaba el mobiliario urbano de la aldea sin alma.

Nunca llovía por ahí. Todo el terreno era gris, con dos variantes: gris-marrón o gris-amarillo. La razón de aquel desolador paisaje era que, tiempo atrás, la zona sufrió un terrible incendio que significó la muerte de las pocas plantas que podían cultivarse. Y se quedó el color de la ceniza. Los cuatro habitantes del lugar tuvieron que marcharse, porque en ese sitio no quedaba nada que hacer. Nada de nada. Todo quedó absolutamente vacío hasta que, un buen día, un dominguero que se había perdido por ahí, desesperado, la tomó con la cuneta de un camino y, enfurecido, se puso a darle patadas, levantando gran polvareda y viendo, de pronto, brillar algo entre la confusión: ORO. Aquellas colinas eran inmensos pedruscos dorados rebozados con gruesa capa de tierra polvorienta.

El tipo, como buen dominguero, era además hombre de pocas luces, así que comunicó el descubrimiento a sus amigos antes que a su mujer, la verdadera gestora del hogar. Pagó caro su error. En vez de enriquecerse él solito, el rumor se extendió en seguida, aparecieron los primeros constructores y el valor de la zona se multiplicó por 100.000.000.000.000.000.000.000. Empezaron a construir chalés adosados, McDonalds y centros comerciales como enfermos. Todo alrededor del interminable yacimiento. Millones de personas, hartas de sus anteriores vidas, compraron un chalé creyendo cumplir un sueño. Representantes de todas las religiones del mundo levantaron ahí su templo. Y en poco tiempo ya estaba levantada Mamillas D.F., que en 25 años no ha cambiado mucho más. Los adosados se han hecho más sofisticados y la gente más gilipollas. Pero, en esencia, nada más.

El problema del agua se solucionó con la construcción de una presa en un lejano valle (un verdadero paraíso natural que se fue por el desagüe). Luego canalizaron medio continente para hacer el trasvase y poder regar así todos los campos de golf de Nueva Mesopotamia. Los afectados protestaron, pero nadie en Mamillas D.F. sabía de qué hablaban.

Nueva Mesopotamia

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